martes, 12 de julio de 2011

Las dictaduras democráticas

Vivimos en dictaduras democráticas porque los ciudadanos abandonan su cuota de poder subyugados por algunos agentes económicos.

Aunque todo es mejorable y la insatisfacción moderada es estimulante del desarrollo de nuestra especie, es posible afirmar que la población mundial está creciendo en forma sostenida, que la ciencia y la tecnología no se han estancado, que tenemos más expectativa de vida que hace 500 años.

Por lo tanto, en una evaluación global de nuestra gestión, no es exagerado decir que tenemos más virtudes que defectos, que nuestro instinto de conservación individual y de la especie está razonablemente sano, que si todo esto puede analizarse como una tendencia quedamos habilitados para diagnosticar y pronosticar que vamos bien.

Como corresponde al funcionamiento mental que nos caracteriza, estas buenas evaluaciones aburren, no interesan demasiado y si abundaran hasta podrían convertirse en contraproducentes porque resultan desestimulantes para seguir progresando.

Nuestra forma de organización predominantemente piramidal (unos pocos dirigen a la mayoría), apela a diferentes formas de distribuir ese poder.

En algunos casos tenemos gobiernos dictatoriales con una gran concentración en pocas personas y en otros tenemos gobiernos democráticos con una amplia distribución al punto de que cada ciudadano se siente poseedor de una cuota satisfactoria de poder.

La baja concentración parece más costosa, exige una gran tolerancia para soportar la pertinencia o impertinencia de las muy variadas propuestas, críticas y exigencias.

La alta concentración es menos costosa porque unos pocos se ponen de acuerdo y luego aplican la violencia física, psicológica y propagandística para instalar la sumisión irrestricta de los ciudadanos quienes quedan con cuotas de poder insignificante.

Ahora podría estar ocurriendo que en los regímenes democráticos una mayoría de ciudadanos abandona por indolencia el poder que podría usufructuar y de hecho tenemos dictaduras, no de tiranos visibles sino de agentes económicos mínimamente mediáticos.

●●●

No hay comentarios: