jueves, 9 de junio de 2011

Los varones desechables

Mujeres y suegras procuran inconscientemente traer niños a su familia, utilizando a un varón que ni se imagina cómo lo usaron.

Aunque la mujer padece una sobrecarga por tener que gestar y luego alimentar con su cuerpo a los nuevos ejemplares de la especie, algún beneficio suficiente recibe a cambio porque, entre quejas y lamentaciones, siguen embarazándose. (1)

Los varones por nuestra parte, si bien parecemos más aliviados, igualmente tenemos actitudes que denuncian un deseo creativo muy fuerte.

Que históricamente (los varones) nos hayamos encargado de grandes obras, empeños muy esforzados y de pelear hasta morir, son hechos que pueden interpretarse como el afán de ser útiles, creativos, gestores de contribuciones tan importantes como las que hacen las mujeres con su útero y sus senos ... (2) pero perdemos el tiempo: jamás las alcanzaremos en grandeza porque nada es más valioso que otro ser humano.

Por ahora la tecnología no ha resuelto definitivamente que las mujeres puedan prescindir de los varones.

Llegará un día que, así como un test de embarazo (imagen) puede hacerse en la casa comprando un producto de precio accesible, también podrán fecundarse en su casa del varón que elijan en un catálogo.

La aproximación a ese trágico (para los varones) final, hace que ellas, inconscientemente, se «enamoren» de un hombre, se casen con él, tengan uno, dos o tres hijos, y luego les pidan el divorcio «por riñas y disputas» exigiéndoles una pensión alimenticia que alimente los hijos que tuvieron con ellas.

A esta novela puedo agregar a la madre de ella, que inconscientemente ayude a traer esos nietos que alegren su menopausia.

En suma: sin culpa ni pecado, algunas mujeres sólo quieren ser fecundadas por el varón que les parezca genéticamente mejor dotado (3) y luego lo abandonan para disfrutar de esos hijos (y nietos) tan deseados.

(1) La naturaleza sobrecarga a las mujeres

(2) El embarazo de ambos sexos

(3) «A éste lo quiero para mí»

«Soy celosa con quien estoy en celo»

El celoso cuida su vida

Artículo vinculado:

Las jefas de hogar crían hijos pobres

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